¿Por qué necesito una asesoría tributaria antes de comprar activos?

En primer lugar, adquirir activos como persona natural, sin la constitución de empresa, impacta negativamente en la gestión contable y tributaria. Por ejemplo, no se podría usar el IGV como crédito fiscal, lo que representa una desventaja importante a futuro.

Por ejemplo, si compras una máquina a tu nombre antes de formalizar, no podrás usar el IGV pagado como crédito en tus declaraciones fiscales. Este impuesto, que podrías haber descontado si la compra fuera hecha por la empresa, se convierte en un gasto no recuperable.

Además, los bienes adquiridos como persona natural no figurarán como propiedad de la empresa en su contabilidad. Esto complica su registro, depreciación o eventual venta. En el marco legal, esos activos siguen perteneciendo a tu persona, no a tu empresa.

De hecho, utilizar tus cuentas personales para adquirir activos o cubrir gastos de la empresa es una mala práctica tributaria, estás mezclando responsabilidades legales y fiscales. La SUNAT podría desconocer el gasto por no cumplir con el principio de causalidad y fehaciencia. Además pone en riesgo tu patrimonio ante cualquier contingencia legal.

A menudo, el desconocimiento de los procesos tributarios en el Perú lleva a cometer errores desde el inicio. Uno de los más comunes es comenzar operaciones sin haber consultado previamente con un profesional en asesoría financiera y contable.

Por tanto, sin una orientación correcta, puedes elegir un régimen tributario inadecuado, omitir obligaciones frente a SUNAT, o hacer pagos sin respaldo legal o contable. Estos errores se arrastran durante meses, generando multas o limitaciones en tu capacidad de deducción.

En consecuencia, contar con una asesoría tributaria desde antes de comprar activos y por ende, antes de iniciar la gestión societaria de lo que será tu nueva empresa, permite planificar correctamente cada paso. El asesor evalúa el momento ideal para adquirir activos, según el cronograma de la constitución de la empresa y evitar reparos en tus declaraciones fiscales futuras.

Asimismo, una correcta planificación fiscal permite organizar tus compras de modo que puedan ser deducidas en el futuro, aprovechando al máximo los beneficios fiscales y evitando reparos en las declaraciones.

De igual forma, formalizar tu empresa antes de realizar inversiones permite que esas adquisiciones se registren correctamente desde el primer día. Esto es clave para aprovechar la depreciación, el crédito fiscal del IGV y justificar gastos ante SUNAT.

Además, con una asesoría financiera y contable adecuada, es posible alinear las compras con los objetivos de tu negocio, seleccionar el régimen tributario más beneficioso y evitar contingencias que perjudiquen el flujo de caja y el patrimonio.

Si aún estás por iniciar operaciones o en la etapa previa a la constitución de tu empresa, lo más recomendable es detener cualquier compra importante que tienes pensado hacer en los próximos días, hasta tener tu RUC activo y una razón social inscrita. Esto asegura que los bienes puedan ser adquiridos por la empresa con una factura a nombre de la referida empresa.

En todo caso, si ya realizaste adquisiciones como persona natural, consulta con un profesional en asesoría tributaria sobre las opciones disponibles. En algunos casos, es posible transferir esos bienes a la empresa, aunque con ciertas restricciones y no se podría beneficiar del crédito fiscal del IGV.

En resumen, la asesoría tributaria es una herramienta esencial para optimizar tu planificación fiscal desde el inicio del negocio, no es algo que debas buscar cuando el negocio ya está en marcha. Recuerda que comprar activos sin haber constituido tu empresa es un riesgo que puede afectar tu operativa y continuidad.